Cuando la información que se comparte en las campañas electorales es verídica, esta capacidad de comunicar honesta se convierte en una herramienta que suma al propósito que se busca. Pero también está comprobada la capacidad de desinformar y de emitir noticias falsas que, desafortunadamente, también influyen en el electorado y en la opinión pública.

Las redes sociales, originalmente diseñadas para conectar a familiares y amigos, se están convirtiendo en un importante escenario en el que se desarrollan las campañas electorales. Al permitir a los usuarios crear contenidos y difundirlos de forma rápida, barata y precisa a grandes grupos, las redes sociales están transformando la dinámica del compromiso político.